martes, 31 de diciembre de 2013

El calentamiento extiende los manglares al norte de Florida


Los manglares sensibles al frío se han expandido de manera espectacular a lo largo de la costa atlántica de Florida conforme la frecuencia de las heladas ha disminuido, según un nuevo estudio basado en datos de satélites de 28 años de la Universidad de Maryland y el Centro de Investigación Ambiental Smithsonian en Edgewater, Maryland, Estados Unidos.

Entre 1984 y 2011, la costa atlántica de Florida desde el área de Miami hacia el norte ganó más de 3.000 acres (1.240 hectáreas) de manglares, un aumento que se produjo al norte del condado de Palm Beach. Entre la Costa Nacional de Cabo Cañaveral y San Agustín, los manglares se duplicaron en área.

Mientras, entre los primeros cinco años del estudio y sus últimos cinco años, cerca de la playa de Daytona se registraron 1,4 días menos al año en los que las cayeron por debajo de 28,4 grados Fahrenheit (cuatro grados centígrados). El número las heladas en el sur de la Florida se mantuvo sin cambios.


El avance de los manglares por la costa hacia el norte hasta San Agustín, en Florida, es un ejemplo notable de una manera en la que los impactos del cambio climático se presentan en la naturaleza. El aumento de las temperaturas da lugar a nuevos patrones de clima extremos, que a su vez provocan cambios importantes en las comunidades vegetales, dicen los autores del estudio.

A diferencia de muchas investigaciones que se centran en los cambios en las temperaturas medias, este estudio, publicado en la edición digital de este lunes de 'Proceedings of the National Academy of Sciences', muestra que los cambios en la frecuencia de eventos raros y graves pueden determinar si los paisajes se mantienen o se transforman por el cambio climático.

Los bosques de manglares están superando a las marismas, según uno de los autores del trabajo, Daniel S. Gruner, profesor de Entomología de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos. "Esto es lo que esperamos ver que suceda con el cambio climático, que un ecosistema sustituye a otro. Pero en este momento no disponemos de información suficiente para predecir cuáles serán las consecuencias a largo plazo", afirma Gruner.

"Algunas personas pueden pensar que es algo bueno porque hay tremendas amenazas que atacan los manglares. Pero esto no sucede en el vacío. Los manglares están reemplazando a las marismas, que tienen funciones importantes en los ecosistemas y las redes tróficas de sus ecosistemas", argumenta otro de los investigadores, Kyle Cavanaugh, del Instituto Smithsonian, en Washington, Estados Unidos.

Los manglares crecen en aguas costeras poco profundas en calma a través de los trópicos y las marismas llenan ese nicho en las zonas templadas. Ambos son un hábitat importante para la fauna, incluyendo especies en peligro de extinción y pescados y mariscos de valor comercial. Algunos animales utilizan ambos tipos de hábitat y otros, como los gorriones que anidan en los pantanos costeros o las abejas que producen miel de mangle, se asientan en uno u otro.

Ambos proporcionan servicios valiosos a los ecosistemas, taponan las inundaciones, almacenan carbono atmosférico y permiten la construcción de suelos. Estos dos paisajes están en declive tanto a nivel nacional como mundial, ya que los manglares se talan para la producción de carbón vegetal, la acuicultura y la urbanización o pierden hábitat para proyectos de drenaje y las marismas se ven amenazadas por el drenaje, la escorrentía contaminada y el aumento del nivel del mar.

Naturalistas de Florida notaron que los manglares crecen ahora en lugares que antes eran demasiado fríos para sus árboles tropicales. "Sabíamos lo que estaba sucediendo, pero nadie sabía si se trataba de una situación local o de un fenómeno regional", recuerda Cavanaugh.

Cavanaugh, experto en teledetección, se centró en las fotografías de la costa atlántica de Florida tomadas por el Landsat 5, un satélite lanzado por la agencia norteamericana del espacio (NASA, en sus siglas en inglés) y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en sus siglas en inglés) en 1984 para seguir los cambios en la cobertura terrestre de la Tierra. Landsat 5 siguió trabajando hasta 2011.

"Muy pronto se convirtió en un estándar de oro para examinar los efectos del cambio climático, ya que permite mirar hacia atrás en el tiempo", resalta Cavanaugh. Las imágenes de satélite revelan la expansión de los manglares en un terreno antiguamente habitado por plantas de pantano salado y, aunque el estudio sólo observó la Costa Atlántica, Cavanaugh y Gruner afirman que se está produciendo la misma tendencia en la costa del Golfo de Florida.

Las temperaturas medias de invierno han aumentado en siete de las ocho estaciones meteorológicas costeras en el área de estudio. Pero si el calentamiento global benefició manglares, la cubierta de manglares debería haber aumentado en todo Florida, no sólo en el norte. Temperatura promedio de invierno, la lluvia y el uso del suelo urbano o agrícola no explican esta expansión de los manglares, sino que esta tendencia se debe a un menor número de días de congelación en el extremo norte.

Los investigadores están estudiando estos efectos sobre los insectos y las aves costeras; si el cambio va a afectar a la capacidad de ecosistemas costeros para almacenar carbono y si los peces jóvenes y los crustáceos de valor comercial seguirán siendo abundantes en las comunidades cambiantes de plantas.

Fuente:
Europa Press










lunes, 30 de diciembre de 2013

Las plumas eran poco comunes en los dinosaurios

El hecho de que las aves sean una evolución de los dinosaurios y que algunos fósiles estén cubiertos por impresiones de plumas hizo que algunos paleontólogos especularan con que las plumas eran un rasgo común en los inicios de la historia de los dinosaurios. Ahora, un estudio llevado a cabo por científicos canadienses ha determinado que las plumas no eran una regla, sino una excepción entre los dinosaurios.



Desde hace cerca de dos décadas se conoce que los terópodos, el grupo de dinosaurios que contiene especies como el Tyrannosaurus o el Velociraptor, son los antepasados de las aves modernas y que, desde los inicios de su historia estaban cubiertos por plumas. Por el contrario, el linaje ornitisquio -al que pertenecen animales como el Triceratops, el Stegosaurus o el Ankylosaurus- y los grandes dinosaurios de cuello largo en el linaje saurópodo está considerados como seres escamosos, similares a los reptiles modernos.


A lo largo de los años se ha ido mejorando el estudio de estos animales y se ha descubierto, por ejemplo que los saurópodos tienen estructuras filamentosas en su piel, lo que indicaba que también podrían haber tenido plumas. Los expertos empezaron a pensar que las plumas eran un rasgo ancestral de todos los grupos de dinosaurios.

Estas especulaciones llevaron a un equipo del Museo Real de Ontario (Canadá) a crear una base de datos de todas las impresiones conocidas de los tejidos de la piel de los dinosaurios. Después identificaron aquellos que tenían plumas o estructuras similares a plumas, y realizaron las relaciones en el árbol genealógico de los dinosaurios.

Los resultados que uno de los autores principales del trabajo, Paul Barrett reveló, durante la reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados, determinan que, aunque algunos ornitisquios, como Psittacosaurus y Tianyulong , tenían plumas o filamentos en su piel, la gran mayoría tenía escamas o armadura y que entre los saurópodos, las escalas eran también la norma.

De este modo, las plumas eran una excepción en la época y la mayoría de los dinosaurios estaban cubiertos de escamas. Para los investigadores, este estudio proporciona "una valiosa revisión de la realidad para todos los que especulaban con la presencia de plumas en la mayor parte de las especies.

Para otro de los autores, David Butler estos resultados "no están escritos en piedra". "No tenemos dinosaurios primitivos de finales del Triásico y Jurásico que conserven las condiciones adecuadas para que encontremos impresiones de su piel o de sus plumas", ha recordado. "Este panorama podría cambiar rápidamente si se empieza una búsqueda de los inicios de los dinosaurios", ha concluído.

(EUROPA PRESS) - 
http://www.europapress.es/ciencia/noticia-plumas-eran-excepcion-no-regla-dinosaurios-20131230135635.html

viernes, 20 de diciembre de 2013

Manipular el clima: ¿locura o necesidad?

Hace más de una década el ganador del premio Nobel de Química en 1995 por sus investigaciones en la destrucción del ozono estratosférico, Paul Crutzen, popularizó el término "Antropoceno" para el estado geológico actual de la Tierra. 

Una de las extensiones más radicales de su idea (que la actividad humana ahora domina los bosques, océanos, redes de agua dulce y ecosistemas del planeta) es el polémico concepto de la geoingeniería, manipular el clima a propósito para contrarrestar el calentamiento global. La lógica está clara: si los humanos controlamos el destino de los sistemas naturales, ¿no deberíamos usar nuestra tecnología para ayudar a salvarnos de los riesgos del cambio climático, dado que existen pocas esperanzas de recortar las emisiones lo suficiente como para detener la tendencia al calentamiento?

En los últimos años, toda una serie de científicos, incluyendo al propio Crutzen en 2006, han pedido que se hagan investigaciones preliminares de técnicas de geoingeniería, como usar partículas de azufre para reflejar parte de la luz del sol de vuelta al espacio. Con la publicación de A Case for Climate Engineering, el físico de la Universidad de Harvard (EEUU) y experto en políticas energéticas David Keith, va un paso más allá. Plantea los argumentos -aunque trufados de advertencias- a favor de poner en práctica la geoingeniería. Afirma que liberar partículas de aerosol que bloqueen la luz solar en la estratosfera (ver "Un plan barato y fácil para detener el calentamiento global") "es posible en un sentido estrictamente tecnocrático".

Efectivamente, Keith muestra mucha confianza en los detalles técnicos. Explica que un programa para enfriar el planeta con aerosoles de azufre -geoingeniería solar- podría empezar en 2020, a través de una pequeña flota de aviones que hicieran misiones regulares para liberar aerosoles a gran altura. Como la luz del sol regula las precipitaciones, ¿regularla no podría dar lugar a sequías? No si la geoingeniería se usa con moderación, concluye.


El especialista en ética australiano Clive Hamilton dice que libro "le da escalofríos" por su confianza tecnocrática. Pero Keith y Hamilton sí están de acuerdo en algo: la geoingeniería solar podría ser un tema geopolítico importante en el siglo XXI, parecido a lo que lo fueron las armas nucleares en el XX; y la política podría ser aún más complicada y menos predecible. La razón es que, comparada con la adquisición de armas nucleares, esta tecnología es relativamente fácil de desplegar. "Casi cualquier país podría permitirse alterar el clima de la Tierra", escribe Keith. Ese hecho, afirma, puede acelerar el cambio de equilibrio del poder en el mundo, levantando cuestiones de seguridad que, en el peor de los casos, podrían llevar a la guerra".

Las potenciales fuentes de conflicto son múltiples. ¿Quién controlará el termostato de la Tierra? ¿Y si un país culpa a la geoingeniería por sequías que dan lugar a hambrunas o por huracanes devastadores? No existen tratados que prohíban explícitamente la ingeniería climática. Y no queda claro cómo podría funcionar un tratado así.

Keith se muestra ambivalente respecto a si los humanos son verdaderamente capaces de usar una tecnología así de potente con sensatez. Pero siente que cuanta más información descubren los científicos respecto a los riesgos de la geoingeniería, menos probabilidad habrá de que la tecnología se use de forma temeraria. Aunque este libro deja muchas de las preguntas que surgen sobre cómo gobernar la geoingeniería sin responder, un artículo de política que publicaron él mismo y un coautor en la revista Science el año pasado los aborda en mayor profundidad, en él propusieron que los gobiernos regularan la investigación y que se diera una moratoria sobre la geoingeniería a gran escala, pero defendían que no hubiera tratados que regulen los experimentos a pequeña escala.

Hamilton afirma que este enfoque conduciría a las naciones hacia el conflicto que él cree que está inevitablemente asociado al a geoingeniería. Permitir pequeños experimentos poco regulados, sugiere, podría socavar la urgencia de los esfuerzos políticos por reducir las emisiones de CO2. Esto, a su vez, aumenta la posibilidad de que se use la geoingeniería, dado que no conseguir restringir las emisiones hará que las temperaturas suban. Hamilton acusa a Keith de buscar un "ingenuo refugio de neutralidad científica" y afirma que los investigadores "no pueden lavarse las manos de la responsabilidad sobre cómo se podrían usar o abusar sus planes en el futuro".

Eso quizá sea cierto, pero hay que reconocerle a Keith el mérito de dirigir la atención hacia ideas que sabe que son peligrosas. Aceptar el concepto del Antropoceno significa aceptar que los humanos tienen la responsabilidad de encontrar soluciones tecnológicas para los desastres creados por ellos mismos. Pero ha habido muy pocos progresos hacia un proceso de supervisión racional de esa actividad a escala global. Hay que tener un debate más abierto sobre un riesgo geopolítico aparentemente estrafalario pero real: la guerra por la ingeniería climática.

Eli Kintisch es autor de Hack the Planet: Science’s Best Hope—or Worst Nightmare—for Averting Climate Catastrophe (2010).

POR: ELI KINTISCH
TRADUCIDO: POR LÍA MOYA
Para



Under the Antarctic Ice - Beauty of The Nature (Documental) / Para el Fin





Gorrange Submarine Mountains - Video por OCEANA



Se considera como montaña submarina a las elevaciones geológicas que alcanzan, como mínimo, unos 1.000 metros de altura. Durante los días que duró la estancia en el banco Gorringe se visitaron sus dos picos principales (Gettysburg y Ormonde), donde se realizaron cerca de 40 horas de inmersiones por parte de 4 submarinistas. Se tomaron más de un centenar de fotografías y 10 horas de filmación.

Vea la nota y el reporte del trabajo realizado por OCEANA
http://jighinfo-ciensp.blogspot.mx/2013/12/laexhaustiva-recopilacion-de.html

OCEANA documenta 350 especies en el Banco de Gorringe

  • La exhaustiva recopilación de información es fruto de más de 60 horas de grabación, filmadas durante 3 campañas.

Científicos de Oceana han identificado más de 350 especies en las montañas submarinas de Gorringe, situadas en aguas portuguesas, a 160 millas náuticas al suroeste del Cabo de San Vicente. La documentación de esta gran biodiversidad, realizada gracias al apoyo de la Foundation for the Third Millenium, será muy útil en el proceso de protección de estas elevaciones submarinas iniciado por el Gobierno portugués.

“Las expediciones de Oceana representan una de las aportaciones más completas al conocimiento de estas montañas submarinas, de alto valor ecológico, y justifican la necesidad de iniciar un proceso de protección para el Banco de Gorringe. Por ello, toda la documentación está a disposición de las instituciones portuguesas, con las cuales Oceana se encuentra actualmente colaborando para comenzar con los trámites del proceso de conservación”, declara Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa.

La información se obtuvo durante tres campañas que la organización internacional para la conservación marina llevó a cabo en los años 2005, 2011 y 2012. Durante dichas expediciones, se realizaron 21 inmersiones con un robot submarino (ROV), obteniendo más de 50 horas de grabación. El estudio fue complementado con más de 10 horas filmadas por un equipo de submarinistas y más de 2.200 fotografías. Gracias a la información recopilada, Oceana ha podido documentar numerosos hábitats y especies catalogados como amenazados o vulnerables por diversos organismos internacionales (OSPAR, ICES).

Durante las expediciones, se han documentado especies vulnerables como corales y esponjas de profundidad, tales como la gorgonia roja y la esponja cristal, claves para el refugio y protección de muchos otros organismos. Además, se han podido observar numerosas especies de interés pesquero como el pez espada y la langosta, así como especies pelágicas altamente migratorias, como el tiburón peregrino, la tortuga boba y cetáceos como el rorcual común y el calderón gris.

“Esta gran cantidad de especies identificadas -aproximadamente unas 125 por hectárea de muestreo- no es más que un comienzo, ya que existen cientos de esponjas, briozoos, hidrozoos, etc. cuya caracterización a simple vista es muy complicada y requiere técnicas de muestreo más complejas”, explica Helena Álvarez, científica marina de Oceana.

A pesar del exhaustivo trabajo de Oceana y los medios tecnológicos destinados a este propósito, es necesario seguir investigando para recopilar más información que ayude a proteger tanto estas montañas como las numerosas elevaciones submarinas que se encuentran desprotegidas a día de hoy en el Atlántico noreste.

El Gorringe es una montaña submarina impresionante situada a unos 250 km al suroeste del Cabo de San Vicente. La cima se encuentra a unos 30 metros de la superficie y la base se halla a más de 5.000 metros de profundidad, por lo que se pueden encontrar desde especies que viven en zonas cercanas a la superficie del mar iluminada, hasta especies que viven en los profundos fondos oscuros. Además, debido a su localización geográfica se pueden encontrar tanto especies procedentes del Atlántico como especies propias del mar Mediterráneo. En 2005, durante la expedición realizada en la zona  a bordo del catamarán de investigación Oceana Ranger, la organización identificó unas 36 especies nunca anteriormente mencionadas para estas montañas del Nordeste Atlántico. Los resultados fueron publicados en el informe “Las montañas submarinas de Gorringe”, en el que se realiza una primera caracterización de esta elevación submarina y que ha servido de inspiración para otras investigaciones científicas posteriores.

Resumen de la Investigación realizada en las Montañas Submarinas de Gorringe
http://oceana.org/sites/default/files/reports/seamounts_gorringe_bank_spa.pdf


Fuente: Comunicado de prensa de la institución, http://oceana.org/es/eu/portada






jueves, 19 de diciembre de 2013

Científicos secuencian el genoma de una mujer Neandertal de hace 50.000 años

Hueso utilizado para la extracción del ADN
  • La investigación de estos restos permitirá establecer la "lista definitiva" de mutaciones genéticas que distinguen al Homo Sapiens de sus parientes cercanos ya extintos.
LONDRES.- Un grupo de investigadores ha arrojado nueva luz sobre los vínculos entre los humanos modernos y los antiguos homínidos al secuenciar el genoma de una mujer neandertal que vivió hace 50.000 años y que fue hallada en la cueva Denisova, en Siberia, en 2010.

Un equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, publica en el último número de la revista Nature un estudio que detalla las características de la mujer a partir de los restos de un dedo del pie cuyos rasgos morfológicos están ligados tanto a los neandertales como a los actuales humanos.

Las nuevas estimaciones de los investigadores sitúan la fracción de ADN derivado de los neandertales que contiene el genoma de los humanos modernos fuera de África en entre el 1,5 y el 2,1 por ciento.

La secuencia de "alta calidad" que han obtenido los científicos ayuda además a establecer la "lista definitiva" de mutaciones genéticas que distinguen al Homo Sapiens de sus parientes cercanos ya extintos, según el grupo de investigadores liderado por el genetista Kay Prüfer.

"Es un catálogo de las características genéticas que distinguen a los humanos modernos de todos los demás organismos, vivos o extintos. Creo que en él se esconden algunas de las características que permitieron la enorme expansión de los humanos, la cultura humana y la tecnología en los últimos 100.000 años", afirmó el director del Instituto, Svante Pääbo.

En 2008, se encontró en la misma cueva Denisova, en las montañas Altai del sur de Siberia, una falange de homínido cuyo ADN permitió describir a un grupo de humanos arcaicos desconocido hasta entonces al que se llamó denisovanos y que son parientes cercanos de los neandertales.

Entonces, el hallazgo apuntaba a que al menos dos grupos, los neandertales y los denisovanos, habitaban en Europa y Asia cuando los homínidos con características modernas ya formadas emergieron de África.

Posteriormente en 2010, en el ala este de esa cueva, arqueólogos rusos desenterraron los restos óseos de un dedo del pie en una capa algo más antigua (la falange había aparecido en la subcapa 11.4, mientras que el dedo del pie estaba en la 11.2).

El hueso corresponde a la cuarta o la quinta falange del pie de una mujer adulta y su análisis revela que los padres de esa neandertal eran parientes próximos, probablemente medio hermanos, o bien un tío y una sobrina.

El genoma revela asimismo cómo las relaciones entre parientes cercanos fueron comunes en los antepasados de esa mujer neandertal.


Una porción de la secuencia que han obtenido los científicos es de tan alta calidad como las que se tienen de los humanos actuales, que salieron de África hace unos 60.000 años.

Antes, hace unos dos millones de años, el Homo Erectus emergió de ese continente para dar lugar a los neandertales, hace cerca de medio millón de años.

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martes, 17 de diciembre de 2013

Aumenta el volumen hielo en el Ártico: Agencia Espacial Europea


  • Se calcula que el crecimiento es de entre un 30 a 50% respecto al otoño 2012
  • El satélite de la ESA CryoSat ha permitido medir el hielo marino con precisión
El mar de hielo del Ártico medía, en octubre de 2013, unos 9.000 km cúbicos, lo que supone un 50% más que en 2012, cuando en ese mismo mes medía 6.000 kilómetros cúbicos. Son datos obtenidos por el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) CryoSat.

Según ha apuntado la ESA en un comunicado, durante las últimas décadas los satélites han mostrado que el área de océano Ártico cubierta por el hielo se iba reduciendo. Sin embargo, el volumen actual de hielo marino era difícil de determinar debido a que se movía y su espesor podía cambiar.

El satélite CryoSat es capaz de medir el espesor del hielo marino en el Océano Ártico y ha permitido a los científicos, por primera vez, controlar el cambio de volumen general con precisión.

La ESA ha revelado que alrededor del 90% del aumento se debe a un crecimiento del hielo durante varios años. Así, el hielo ha sobrevivido sin derretirse más de un verano.

Entre el primer año de las mediciones (2010) y el segundo, el hielo solo creció un 10%, mientras que el promedio de aumento del hielo en los últimos cuatro años ha sido del 20% aproximadamente, o de unos 30 centímetros.

Medición de hielo de la ESA
"Una de las cosas que habíamos notado en nuestros datos es que el volumen de hielo, de año en año, no estaba variando tanto como la extensión del hielo -al menos en 2010, 2011 y 2012-", ha comentado la directora del estudio, Rachel Tilling, del Centro del Reino Unido para Observación y Modelización Polar.

Así, los autores del estudio no esperaban el aumento en el volumen de hielo al final de este verano, que relacionan con la cantidad de hielo acumulada durante varios años en el Ártico. A juicio de los investigadores este hecho no indica una inversión de la tendencia -de aumento del hielo- a largo plazo.

"Se estima que había alrededor de 20.000 kilómetros cúbicos de hielo marino del Ártico cada mes de octubre en la década de los 80, y el mínimo actual aún se encuentra entre los más bajos de los últimos 30 años", ha comentado el profesor de la Universidad College de Londres, Andrew Shepherd, co autor del estudio.

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viernes, 13 de diciembre de 2013

Se descubre el punto mas frío del planeta


Descubren el lugar más frío del mundo con temperaturas de hasta 93º bajo cero. Determinaron que en la Antártida se encuentra el lugar más frío del mundo, con temperaturas que llegan hasta los 93º grados bajo cero.

El hallazgo lo realizó un grupo de científicos luego de estudiar los registros de 32 años de temperaturas globales grabadas por satélites. Los 93 grados bajo cero que en agosto de 2010 registró una zona montañosa de la Antártida oriental cercana a los montes Argus y Fuji, suponen el record absoluto de temperatura más baja, registrado jamás.

El descubrimiento fue presentado en el marco de la reunión anual de la Unión Geofísica Americana, que actualmente está tomando lugar en la ciudad de San Francisco. Hasta este momento, el récord de la temperatura más fría, lo mantenía otra zona del continente helado con unos 89 grados bajo cero registrados en el año 1983 por la base de investigación rusa de Vostok.

“Sospechábamos que esta cresta antártica podía ser extremadamente fría, más que la base Vostok, porque está a más altura”, explicó Ted Scambos, uno de los miembros del equipo de científicos responsable del estudio. Descubrimiento fortuito Luego de la revelación de estos datos, se ha establecido esta particular cordillera del continente antártico como el lugar más frío del planeta.

Dentro de las zonas habitadas por los seres humanos, el récord lo sigue manteniendo el noreste de Siberia (Rusia), donde las temperaturas en Verkhoyansk y Oimekon llegaron a unos 68º bajo cero en 1933. La búsqueda para descubrir los lugares con las temperaturas más bajas de la Tierra comenzó de casualidad, cuando un grupo de científicos estaba estudiando la formación de grandes dunas de nieve en la Antártida oriental y descubrieron grietas entre las formaciones.

La explicación que encontraron para el fenómeno fue que cuando las temperaturas son demasiado bajas, la nieve tiende a encogerse, lo que los llevó a repasar los registros satelitales sobre las temperaturas del lugar en las últimas décadas, y compararlos con otras zonas de la superficie terrestre. A partir de los 78,5 grados bajo cero, el CO2 se convierte en sólido, haciendo imposible que un ser humano pueda respirar. Además, bastarían unos pocos minutos para que los ojos, la nariz y los pulmones se congelen por completo.