miércoles, 25 de marzo de 2015

Aprender del pasado para combatir la discriminación racial: Asamblea General ONU

«El Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial es una oportunidad para renovar nuestro compromiso de construir un mundo de justicia e igualdad en el que no existan la xenofobia ni la intolerancia. Debemos aprender las lecciones de la historia y reconocer el grave daño causado por la discriminación racial. »
Secretario General Ban Ki-moon

“Aprender de las tragedias históricas para combatir la discriminación racial del presente”, es la premisa sobre la que cual la Asamblea General de las Naciones Unidas debatió hoy cómo combatir ese flagelo.


Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, numerosos oradores intervinieron en la Asamblea General para explorar las causas profundas de esa práctica.

Al hablar en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el embajador de Jamaica, Courtney Rattray, recordó que demasiadas personas en el mundo padecen de la deshumanización y la discriminación, y subrayó que es un tema que hay que resolver con urgencia y eficiencia.

“Hemos logrado avances significativos, como la adopción de la histórica Convención sobre el tema; sin embargo, debemos trabajar para superar la retórica y lograr resultados tangibles en la lucha contra este monstruo en medio de los retos en la esfera socioeconómica”, dijo el diplomático.

Rettray enfatizó la importancia de la Década Internacional para los Pueblos de Origen Africano, en vigencia hasta 2024, para abordar muchos de los legados que se mantienen y que incluyen una de las manifestaciones más claras de discriminación racial que se haya visto en el mundo.

El Día Internacional de Acción contra el Racismo fue proclamado por la Asamblea General en 1966 en recuerdo de los 69 manifestantes sudafricanos pacíficos y no armados que fueron asesinados en Shaperville, Sudáfrica, el 21 de marzo de 1960.

Por su parte, en un mensaje por la ocasión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que la paz duradera sólo puede basarse en la premisa de que todas las personas son iguales en derechos y dignidad, independientemente de su origen étnico, género, religión o condición social o de otra índole. 

Con ese fin, instó a todas las naciones a ratificar la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, a promover la exactitud histórica y a poner en práctica políticas y leyes sólidas que permitan erradicar a todas las formas de discriminación, con arreglo a los principios consagrados en la Convención.

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