NOTIMEX En su relación con el medio ambiente, los hogares mexicanos han avanzado en la separación o clasificación de basura, pero tienen retrocesos en materia de agua, pues aumentaron el consumo de líquido embotellado, de acuerdo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Según los resultados del Módulo de Hogares y Medio Ambiente (Mohoma) 2017, aún hay hogares mexicanos que usan leña como combustible para cocina o deciden comprar autos, aparatos o productos de limpieza con base en el precio y no por su rendimiento, eficiencia energética o biodegradabilidad.
A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, el director general adjunto de Recursos Naturales y Medio Ambiente del INEGI, Francisco Javier Jiménez Nava, consideró que estos resultados muestran que las políticas públicas en materia de eficiencia energética requieren ser reforzadas.
En entrevista con Notimex, comentó que el Mohoma 2017, el tercer ejercicio que se levanta de este proyecto pionero junto con los de 2011 y 2015, está dirigido a generar información estadística de las acciones de la población en relación con aspectos del medio ambiente.
Así, en materia de agua, los datos muestran que los hogares urbanos aumentaron en más de cinco puntos porcentuales el consumo de agua embotellada, es decir, al pasar de 70.8 por ciento, en 2015, a 76.3 por ciento en 2017.
Jiménez Nava destacó que este no es solo un fenómeno urbano, ya que casi la mitad de los hogares rurales consumen agua embotellada y no de la red pública.
De los motivos para consumir agua embotellada, 69.4 por ciento de los hogares se refiere a aspectos de salud y 19.6 por ciento al sabor o color del agua de la red pública.
Un aspecto importante es lo que gastan los hogares en agua embotellada, con un promedio de 52 pesos de su gasto semanal y en contraste, gastan poco menos de 41 pesos en promedio a la semana por consumo de agua de la red pública.
“Es decir, los hogares gastan hoy más en agua embotellada que en pública”, mencionó el director general adjunto de Recursos Naturales y Medio Ambiente del INEGI.
Según el estudio en cuestión, el precio es el primer criterio de selección de los hogares para comprar automóvil, aparatos eléctricos o electrónicos, productos de limpieza o alimentos.
En el caso de los automóviles, el rendimiento ocupa el segundo lugar para decidirse a comprar una unidad; en los aparatos eléctricos es la eficiencia energética, y en productos de limpieza, el criterio de biodegradabilidad queda en segundo o tercer lugar.
“Nos sorprenden los resultados, porque se ve que las políticas públicas en materia de eficiencia energética requieren ser reforzadas”, dijo el funcionario al comentar que uno de los objetivos de la información estadística y geográfica que produce el INEGI es que sea útil para la generación e instrumentación de políticas públicas.
Jiménez Nava señaló que si bien hay 4.5 millones de hogares del país (13.4 por ciento del total) que usa leña como combustible para cocinar, en el caso del manejo de residuos hay un avance en los hogares mexicanos.
Los datos muestran que 43 por ciento de los hogares aplica alguna práctica de separación de basura, siendo el PET, el material que proviene de los envases de agua o algún otro líquido, el material que con más frecuencia se separa y se recicla.
“Estos datos no solo sirven para generar políticas públicas, sino también para corregir las que ya existen”, apuntó al considerar que los servicios de limpia deberían ser consistentes con las prácticas que se llevan a cabo en los hogares y no revolver la basura cuando hacen la recolección. INEGI