Washington, 4 jun (EFEUSA).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó hoy a su secretario de Energía, Rick Perry, que elabore un plan para proteger las centrales nucleares y térmicas no rentables en pro de la "independencia energética" y la "seguridad nacional".
Trump consideró en un comunicado de la Casa Blanca que el cierre inminente de instalaciones de energía "está llevando a un rápido agotamiento de una parte crítica de la combinación energética" de Estados Unidos e "impactando en la solidez" de su red eléctrica.
"Trump cree en una total independencia y dominio energético, y que manteniendo fuerte y segura la red y la infraestructura energética de EE.UU. protege nuestra seguridad nacional, seguridad pública y economía de ataques intencionados y desastres naturales", dijo.
En el trasfondo de la orden de Trump está salvar unas industrias deficitarias que en campaña prometió proteger y que hasta la fecha han seguido cerrando y perdiendo empleos, según datos de la prestigiosa organización ambiental Sierra Club.
Está por ver el plan que Perry le presentará a Trump, pero un documento filtrado revela que el Gobierno sopesa una drástica intervención en las industrias energéticas.
Según el documento, publicado en Bloomberg, el Gobierno pretende obligar a las eléctricas comprar parte de su energía a centrales térmicas de carbón y nucleares durante los próximos dos años, una medida reservada para crisis como las provocadas por desastres naturales.
Una coalición de empresas de energía solar, eólica, gas natural y de petróleo denunciaron hoy en un comunicado que la medida que sopesa el Gobierno de Trump es "legalmente indefendible" y que repercutiría al alza en la factura de los consumidores.
Además, la eléctrica PJM Interconnection, que opera una red que da servicio a 65 millones de estadounidenses en el este del país aseguró que su sistema es "más fiable que nunca".
Contradijo así la afirmación de Trump de que el cierre de algunas infraestructuras está "impactando la solidez" de la red.
Según The New York Times, el Gobierno también sopesa invocar una ley utilizada en tiempos de guerra que le permite intervenir en la industria privada en pro de la seguridad nacional o bien otra norma con la que puede apoyar financieramente a empresas energéticas en tiempos de crisis.
Expertos consultados por el rotativo neoyorquino indicaron que las medidas pueden costar entre 311 y 11.800 millones de dólares, dependiendo del nivel de intervención, aunque lo más probable es que primero pasaran por los juzgados por demandas interpuestas por compañías de renovables y gasísticas. EFE USA