LONDRES (AP) — La tormenta Ophelia castigaba el martes Escocia y el norte de Inglaterra tras dejar tres muertos y cientos de miles de personas sin electricidad en Irlanda.
El sistema, que llegó a tener categoría de huracán, derribó árboles y tendidos eléctricos, arrojó olas contra las defensas costeras y volvió a afectar al tráfico aéreo al día siguiente de tocar tierra en la costa sur de Irlanda con ráfagas de casi 160 kilómetros (100 millas) por hora.
Escocia podría registrar intensas lluvias y ráfagas de hasta 113 km por hora (70 millas), según la oficina británica de meteorología, aunque los vientos irían perdiendo fuerza a lo largo del día.
Las escuelas en Irlanda del Norte y la República de Irlanda permanecieron cerradas por segundo día mientras las autoridades evaluaban los daños de la peor tormenta que golpea la isla en décadas.
Las autoridades irlandesas indicaron que restaurar el suministro eléctrico a 330.000 hogares podría llevar varios días.
La caída de árboles demoró la circulación de trenes suburbanos y entre las ciudades de Glasgow y Edimburgo, en Escocia, así como de Londres a Aberdeen, Dundee y Perth.
Algunas zonas afectadas por la tormenta sufrieron escasez de agua.
La oficina británica de meteorología redujo la zona de advertencia aunque aclaró que continuarían los vientos fuertes.
Partes de Noruega denunciaron un olor a humo el martes por la mañana, que según la oficina meteorológica local fue traído por Ophelia desde los incendios forestales en Portugal y España que mataron a 41 personas durante el fin de semana.
En Estocolmo, Suecia, abundaron las llamadas a las autoridades de gente que dijo que el cielo estaba mucho más oscuro que de costumbre. Esto también se debió probablemente a los vientos fuertes de Ophelia que arrastraron una mezcla de arena roja del Sahara y partículas de los incendios forestales ibéricos. Ophelia