Davos (Suiza), 23 ene (EFE).- Representantes de empresas e instituciones del sector de la energía hicieron hoy autocrítica en el Foro Económico de Davos, donde admitieron que no se hayan asumido del todo las consecuencias del cambio climático, frente al que hay que adoptar decisiones rápidas.
Aunque no era ese el objetivo del debate que se celebró hoy en Davos, que debía abordar el futuro del sector en sentido amplio, todos los asistentes reconocieron que se trata del mayor reto al que se enfrentan las empresas, pero también las autoridades y los organismo internacionales.
En la sesión intervinieron el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el ministro indio de Ferrocarriles y Carbón, Piyush Goyal; la representante de las Naciones Unidas para la energía sostenible, Rachel Kyte; el presidente de la petrolera estatal brasileña Petrobras, Pedro Pullen Parente, y el consejero delegado de Schneider Electric, Jean Pascal Tricoire.
El presidente de la compañía española aseguró que la transición a las energías renovables "no supone un problema, sino una oportunidad", ya que para Iberdrola el cambio climático ha actuado como un revulsivo, que les ha permitido incrementar los dividendos y los beneficios, ser más competitivos y reducir las emisiones un 75 % en los últimos años.
En todas partes la energía se ha utilizado como un arma política y, en algunos casos, precisó, se han repetido errores del pasado, los cuales "al final pagan los consumidores y los accionistas".
Hace falta una política energética "de verdad", porque la tecnología ya existe pero la industria está a merced de decisiones políticas "que no siempre son acertadas", al tiempo que incidió en la idea de que haya menos política en la energía y más política energética.
En otro panel, el ministro de energía de Catar, Mohamed Saleh Al Sada, se refirió también a las políticas energéticas, que en parte son responsables de que el mundo esté cada vez más interconectado.
Al Sada afirmó que "hay cada vez más jugadores en el terreno"; no sólo las grandes compañías sino también los inversores que las respaldan, los organismo reguladores y los consumidores, algo en lo que coincidió con el consejero delegado de la británica Centrica, Iain Conn.
Según Al Sada, estas políticas "se van a diluir en vez de polarizarse".
Sánchez Galán ha recordado que 195 países han firmado el Protocolo de París contra el cambio climático, pero muy pocos cuentan con la política energética necesaria para cumplir con los acuerdos adoptados.
Desde las Naciones Unidas, Rachel Kyte instó a las empresas a tomar decisiones "ya", y se mostró contraria a subvencionar energías que en realidad "no se quieren".
En el mismo sentido se ha manifestado Jean Pascal Tricoire, quien destacó que son los consumidores los que deben decidir "qué energía quieren; los cambios vendrán de ellos, que piden cada vez más rapidez y mejores condiciones".
Además, indicó, la gente quiere poner plazas solares en sus casas pero también quieren que las empresas sean cada vez "más verdes, más ecológicas".
También se ha planteado la obsolescencia del carbón, sobre lo que Pullen Parente manifestó que estará detrás del 20 % de la energía que se produzca en 2030.
Sánchez Galán replicó que "tampoco se trata de plantear el futuro del sector como una lucha entre el petróleo y el gas por un lado y la electricidad por otro", ya que tanto el petróleo como el gas tienen un "gran futuro".
Goyal, representante del Gobierno de la India, cuyo primer ministro, Narendra Modi, pronunció hoy el discurso inaugural de la cuadragésima octava edición del Foro Económico Mundial, se refirió también a la necesaria transición a fuentes de energía alternativas, y a la búsqueda de soluciones para cumplir con los objetivos del Protocolo de París.