Brasil continuará en el Acuerdo de París con la bendición de su presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, pero mirará con lupa aspectos que puedan afectar a la autonomía del país, dijo hoy el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.
La permanencia de Brasil en el Acuerdo de París, que pretende que los países firmantes reduzcan la emisión de gases causantes del efecto invernadero, estaba en la cuerda floja por las fuertes exigencias ambientales y el riesgo que, según Bolsonaro, podría representar el pacto para la “soberanía del país“.
Si bien el ministro aseguró que con el Acuerdo hay aspectos que pueden traer beneficios económicos, también destacó que se mirarán en detalle otros temas relacionados con los territorios y la autonomía de Brasil.
Temas como la “restricción a la gestión del territorio, políticas públicas los vamos a mirar con mucho cuidado, porque Brasil tiene autonomía, como todo país, y debe conseguir cuidar del territorio de acuerdo con sus intereses y prioridades“, dijo Salles a la prensa a la salida de un acto en la ciudad de Sao Paulo.
Salles, quien a los pocos días de asumir como ministro fue condenado por la Justicia por irregularidades en un plan ambiental cuando tenía un cargo público regional, ha defendido al igual que Bolsonaro el desarrollo de actividades económicas en algunas zonas de conservación.
Bolsonaro: el Acuerdo, “dañino”
En diciembre, a pocos días de asumir como presidente, el ultraderechista dijo que el Acuerdo de París era “dañino”para la soberanía del país y que Brasil lo abandonaría si no se realizaban algunas modificaciones.
Entre los aspectos que preocupan a Bolsonaro está el que Brasil tenga que reforestar un área “enorme”, algo que, según el mandatario, es imposible de cumplir y que de no hacerlo traería sanciones, “incluso sanciones de fuerza y no podemos poner en riesgo la soberanía nacional”.
Desde que era candidato, Bolsonaro ha apoyado a los hacendados agrarios -que le ayudaron a llegar a la presidencia- y ha anunciado la flexibilización de políticas ambientales que existen sobre la Amazonía, una región donde “nada es permitido”, de acuerdo con el presidente.
La construcción de hidroeléctricas en la Amazonía, la producción de arroz y la reactivación minera en esa región son algunos de los proyectos que quiere adelantar el nuevo gobernante brasileño. EFEverde