- Pocos delegados en la Conferencia de Múnich discutieron sobre el cambio climático. Sin embargo, los que sí lo hicieron, hablaron de cómo el colapso de los ecosistemas está causando conflictos y migraciones masivas.
Mientras niños y jóvenes salen a las calles para protestar por la pasividad de los Gobiernos en toda Europa y científicos alertan sobre el clima extremo, la escasez de alimentos y sus catastróficas consecuencias en todo el mundo, los delegados de la Conferencia de Seguridad de Múnich no parecen considerar el cambio climático un problema muy urgente.
La sala de conferencias principal, repleta para celebrar la exhortación de Angela Merkel por el multilateralismo, estaba medio vacía cuando un panel que incluía representantes de Bangladesh, Kenia y Noruega discutió los vínculos obvios entre la perturbación climática y la calamidad de la seguridad mundial.
Aunque esta fue la primera vez que se incluyó el cambio climático en el programa principal de la Conferencia de Seguridad de Múnich, los panelistas señalaron que la comunidad de seguridad fue la primera en identificar el cambio climático como "un multiplicador de amenazas". En otras palabras, el cambio climático está aumentando la probabilidad de migración masiva, terrorismo, enfermedades infecciosas y, por lo tanto, inestabilidad global.
De hecho, la única superpotencia representada en el panel fue Estados Unidos, cuya delegación envió a Sheldon Whitehouse, del Comité Senatorial de Medio Ambiente y Obras Públicas, para hablar sobre la esperanza de un "impuesto climático" y del poder de las compañías de combustibles fósiles en Estados Unidos.
"Esta debería haber sido la primera reunión"
En definitiva, le correspondió al ex secretario de Estado John Kerry levantarse de la primera fila y señalar la gravedad de las circunstancias. "Actualmente estamos viviendo, por actos de omisión y encargo, un pacto de suicidio mutuo en este planeta", dijo el veterano político. "Sabemos cómo hacer las cosas, ¡pero no las estamos haciendo! Estamos en camino a un aumento de cuatro grados en este siglo. ¿Estamos hablando de eso?", agregó enfadado.
Kerry se mostró impaciente con la idea de que la importancia política de la seguridad podría convertirse en una oportunidad para impulsar el cambio climático en la agenda. "No es que sea una oportunidad, es que es una realidad", le dijo después a DW. "El hecho es que hemos estado hablando de ello como un problema de seguridad durante varios años".
"Tuvimos reuniones con militares de todo el país, hablando sobre el efecto multiplicador", continuó. "Los principales generales de nuestro país han hablado sobre el cambio climático como un problema de seguridad fundamental, y tuvimos una oficina en el Pentágono que se centró en la planificación para enfrentar el cambio climático. Trump cerró la oficina. La gente tiene atar cabos".
En el panel, Monica Juma, secretaria del gabinete de Kenia para asuntos exteriores, explicó cómo se han desatado disputas étnicas por tierra en su país debido a que el lago Turkana, en el norte de Kenia, se está secando. Para empeorar las cosas, las sequías en la cuenca de Turkana también amenazan los medios de vida de medio millón de personas. "No es una sorpresa que comencemos a ver análisis que indiquen que tal vez uno de los principales conflictos que vamos a ver es la guerra del agua", afirmó.
Mientras tanto, otra panelista, la primera ministra de Bangladesh, Hasina Wajed, cuyo país ya ha sufrido inundaciones catastróficas, describió cómo su Gobierno se había visto obligado a tomar sus propias medidas, por falta de apoyo internacional. John Kerry describió lo que le estaba pasando a Bangladesh como "inmoral".
Fallas del mercado capitalista
Los efectos sociales del cambio climático ya son lo suficientemente notables como para afectar la forma en que las personas reaccionan ante los políticos. "Estamos experimentando el avance, en este momento, de dislocaciones masivas en los sistemas naturales de la Tierra", dijo Sheldon Whitehouse. "Eso da lugar a la dislocación de la especie humana. Eso causa sufrimiento, y cuando las personas sufren, quieren explicaciones, quieren responsabilidad y justicia".
"Y cuando las personas miren hacia atrás y recuerden estos tiempos, dirán que el capitalismo de libre mercado y las democracias de libre elección no lograron evitar el daño que ahora está perjudicando a mí y a mi familia", agregó.
Y no es como si la gente común no estuviese ya preocupada. Un nuevo estudio publicado por el Pew Research Center reveló que el cambio climático es el mayor temor en casi todos los 26 países encuestados: Brasil, México, Canadá, Argentina, Corea del Sur y la mayoría de los países más grandes de Europa.
Del mismo modo, el estudio subrayó cuán ideológica es la reacción al cambio climático; los partidarios de los partidos populistas de derecha en Europa y el partido republicano en Estados Unidos son mucho más escépticos.
Los únicos adultos en la sala
La amenaza del cambio climático generalmente se percibe como un problema ambiental. Pocas personas han hecho la conexión entre el cambio climático y la guerra. Un artículo de 2016 del Bulletin of Atomic Scientists argumentó que el cambio climático podría exacerbar la disputa por Cachemira, mientras Pakistán y la India discuten sobre el acceso al agua de deshielo glacial del Himalaya.
A pesar de que esos conflictos parecen estar muy lejos de las ciudades prósperas como Múnich, ya se está sintiendo su impacto en los sistemas que mantienen unidas a las partes prósperas del mundo. De hecho, algunos estudios han demostrado que las sequías en África del Norte agravaron la crisis migratoria que afectó a la capital bávara y Alemania en otoño de 2015.
"La crisis climática será la causa dominante de los movimientos migratorios en el futuro", dijo el líder parlamentario del Partido Verde, Anton Hofreiter, a DW. "Cuando los países más débiles experimentan varios desastres por sequía o inundaciones, puede que no sea la única causa del colapso de un país, pero es más probable que esos países caigan en guerra civil y caos", agregó.
El panelista Bunny McDiarmid, codirector ejecutivo de Greenpeace, recordó a la audiencia lo que estaba sucediendo en el exterior y en toda Europa. "Tenemos niños de escuelas marchando en las calles porque no creen que los políticos estén actuando lo suficientemente rápido", dijo. "Son los únicos adultos en la sala. El cambio climático es un trastornador de sistemas que afectará cada aspecto de nuestras vidas", concluyó.