Washington, 6 feb (EFE).- Los científicos de la NASA y de la Oficina Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, en inglés) de EE.UU. alertaron este miércoles de la inmediatez del cambio climático tras presentar datos que confirman que el último lustro ha sido el más cálido desde 1880.
"Los cinco años más cálidos han sido los últimos cinco años. Ya no estamos hablando de una situación en la que el calentamiento global es algo del futuro. Es ahora", dijo Gavin Schmidt, director del grupo de la NASA que realizó el informe conjunto con la NOAA, en una conferencia de prensa telefónica.
El conjunto de los últimos cinco años ha sido el más cálido a nivel global de la historia moderna desde 1880, de acuerdo a esos datos, que también revelaron que la temperatura mundial en 2018 fue la cuarta más calurosa jamás registrada, colocándose solo por detrás de los años 2016 (el más cálido), 2015 y 2017.
La temperatura global durante el año pasado se situó 0,83 grados centígrados por encima del promedio del siglo XX, lo que significa que el año pasado fue el 42º consecutivo, desde 1977, que registró una temperatura mundial superior a la media.
En este sentido, Schmidt argumentó que 2018 "fue nuevamente un año extremadamente cálido dentro de una tendencia a largo plazo del calentamiento global".
"Los impactos del calentamiento global a largo plazo ya se están sintiendo en las inundaciones costeras, las olas de calor, las precipitaciones intensas y el cambio en los ecosistemas", explicó el experto de la NASA.
En su informe, la NOAA subrayó que nueve de los 10 años más cálidos en el mundo han ocurrido desde 2005.
El documento destacó también que gran parte de Europa, Nueva Zelanda y regiones de Oriente Medio y Rusia registraron altas temperaturas terrestres; mientras que zonas del Pacífico sur y del Atlántico norte y sur también sufrieron temperaturas máximas en la superficie del mar.
En concreto, la temperatura de 2018 en Europa fue la más alta anotada en los análisis de ambas instituciones, con 1,78 greados centígrados por encima de la media.
De acuerdo a sus registros, la temperatura anual del Viejo Continente aumentó a una tasa promedio de 0,12 grados por década desde 1910. No obstante, casi se ha cuadruplicado hasta 0,43 grados desde 1981.
Por su parte, Estados Unidos tuvo en 2018 el decimocuarto año más caluroso de la historia.
El dato que sobresalió en el país norteamericano fue el de las precipitaciones, ya que promediaron más de 87 centímetros de volumen, 12 por encima de la media, situando 2018 como el tercer año con más lluvia de los últimos 124 años.
Durante el siglo XXI, la diferencia entre la temperatura global promedio de la Tierra y el océano ha alcanzado nuevos máximos históricos hasta en cinco ocasiones (2005, 2010, 2014, 2015 y 2016).
A lo largo de los primeros cien años del registro de NOAA (de 1880 a 1980), se estableció un nuevo récord de temperatura promedio cada 13 años. Sin embargo, para el período más reciente, entre 1981 y 2018, la frecuencia de un nuevo récord ha aumentado a una vez cada tres años.
El calentamiento global ha provocado, entre otras cuestiones, el deshielo del Ártico y de la Antártida.
La extensión promedio anual del hielo marino en el Ártico fue de aproximadamente 1.300 millones de kilómetros cuadrados y en la Antártida de unos 1.800 kilómetros, es decir, los segundos registros más bajos desde 1979.
Los resultados del informe anual de la NASA y la NOAA, cuya publicación se ha retrasado debido al cierre parcial de 35 días de la Administración de EE.UU., coinciden con los hallazgos del Servicio Europeo Copérnico del Cambio Climático y otros centros de investigación. Sociedad