SINGAPUR, 14 nov (Reuters) - Las inundaciones extremas en Venecia, los incendios en Australia e incluso un brote de peste en China fueron atribuidos esta semana al cambio climático, e investigadores advirtieron que el calentamiento global podría afectar a las generaciones futuras con enfermedades de por vida.
Venecia declaró el miércoles un estado de emergencia después que inundaciones “apocalípticas” arrasaran la ciudad, anegando su histórica basílica, plazas y edificios centenarios. “Esto es consecuencia del cambio climático”, acusó el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, en Twitter.
Las vías de la ciudad se convirtieron en torrentes furiosos, las balaustradas de piedra se hicieron añicos y las góndolas se estrellaron contra sus amarres mientras la marea alcanzaba un máximo de 187 centímetros.
Es el mayor nivel después del récord de 194 cm de 1966, pero el alza del nivel del agua se está convirtiendo en una amenaza habitual para la ciudad turística. “Venecia está de rodillas”, sostuvo Brugnaro. “El daño será de cientos de millones de euros”.
Del otro lado del mundo, algunas zonas de Australia han sido devastadas por incendios forestales esta semana, en una tragedia que ha dejado cuatro muertos y obligado a comunidades enteras a huir de las llamas.
Desde 2016, partes del norte y el interior de Nueva Gales del Sur, junto con el sur de Queensland, sufren una sequía que, según la Oficina de Meteorología, es impulsada en parte por las temperaturas más cálidas de la superficie del mar que afectan los patrones de lluvia.
Las temperaturas del aire también subieron durante el siglo pasado, aumentando la ferocidad de las sequías y los incendios.
CLIMA Y POLÍTICAS
Los vínculos entre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos se han convertido en una pelea política en Australia.
El gobierno, que apoya a la industria del carbón, acepta la necesidad de reducir las emisiones pero argumenta que una acción ambiental más fuerte paralizaría su economía. Eso enfrenta al país con las vecinas islas del Pacífico, particularmente susceptibles a las temperaturas más cálidas y el alza del nivel del mar.
A nivel mundial crece la preocupación por un acción efectiva desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó el acuerdo de París sobre el cambio climático y tomó medidas para desmantelar las protecciones ambientales.
Trump y su par brasileño, Jair Bolsonaro, están entre los pocos líderes mundiales que cuestionan públicamente la explicación científica del cambio climático, a pesar de los devastadores incendios en California y la cuenca del Amazonas, que los ambientalistas culpan al menos en parte del calentamiento global.
Mientras los políticos discuten, crece la preocupación sobre el impacto de un mundo más cálido en la salud.
En China, funcionarios de salud informaron un brote raro de peste neumónica después de que se confirmaron dos casos esta semana en Pekín.
Las implicaciones más amplias para la salud son impactantes. La revista médica Lancet publicó un estudio esta semana diciendo que el cambio climático ya está perjudicando la salud de la gente al aumentar el número de eventos extremos y exacerbar la contaminación del aire.
Un mundo más cálido conlleva riesgos de escasez de alimentos, enfermedades infecciosas, inundaciones y calor extremo. Reuters
Una Kookaburra posada en un árbol quemado tras unh incendio en Wallabi Point, Australia, 12 noviwembre 2019, imagen obtenida de redes sociales. Cortesía de Adam Stevenson/Red social vía REUTERS.