San Diego (EE.UU.), 9 mar (EFE).- El derrame de más de 530 millones de litros de aguas negras que ingresaron a lo largo de dos semanas desde México a Estados Unidos por el río Tijuana ha derivado en que autoridades estadounidenses soliciten una investigación a fondo, indicó hoy el alcalde de Imperial Beach, en California.
Un informe de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (IBWC) detalla que la fuga se inició el 6 de febrero, debido a una reparación en el sistema de tubería en Tijuana (Baja California, México), y no fue contenida hasta el pasado jueves.
El problema fue evidente a raíz de que se detectara un mal olor durante días desde las playas de Tijuana (México) hasta la ciudad de Coronado en San Diego (EEUU), dijo a Efe el alcalde de Imperial Beach, Serge Dedina, quien ha calificado el derrame como el peor en los últimos treinta años.
"Simplemente decidieron dejar esas aguas negras entrar al río, no le avisaron a nadie, pensando quizá que nadie iba a saber, pero el olor fue horrible, nunca habíamos tenido un olor de aguas negras así", denunció el alcalde quien ya ha solicitado una explicación a autoridades de ambos lados de la frontera.
Dedina indicó que, si bien el flujo de aguas negras no es anormal en esta región binacional, es la primera vez en décadas que se registra uno de esta magnitud.
Por eso, enfatizó que esta contingencia obliga a que se mejoren los protocolos de comunicación entre las dos ciudades vecinas para evitar que esta situación se repita.
"Hay un compromiso de seguir trabajando juntos pero a fin de cuentas los intereses de cada dependencia no son importantes, somos una región, tenemos hijos en ambos lados y esos hijos tienen el derecho de no tener un ambiente contaminado", insistió el alcalde.
En octubre de 2015, autoridades de México y Estados Unidos firmaron el acta 320 para la cooperación binacional en asuntos transfronterizos de la cuenca del río Tijuana.
Fay Crevoshay, directora de comunicación del grupo ambientalista CostaSalvaje, señaló que, de haber habido un aviso oportuno, no solo se hubiera procedido a cerrar las playas sino que hubieran apoyado con equipo o con lo que se requiera a sus vecinos en México.
Los "accidentes suceden, suceden todo el tiempo y en todas partes del mundo, ese no es el problema, el problema es esa falta de comunicación", comentó.
"Somos vecinos, compartimos un solo ecosistema y lo que afecta a Tijuana afecta a San Diego y tenemos que trabajar juntos", agregó.
Tanto activistas como el alcalde de Imperial Beach y el regidor de San Diego, David Álvarez, acudirán mañana jueves a una reunión de la IBWC para demandar acción ante la contingencia ambiental.
A su vez, CostaSalvaje ha solicitado una investigación federal para saber la razón por la cual "el derrame fue ignorado por tanto tiempo".
Autoridades de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) no estuvieron disponibles de manera inmediata para hacer sus comentarios a Efe. EFE