Oslo, 31 de marzo, 2017 (Reuters). Los gobiernos han generado un "impulso mundial" para frenar el cambio climático pese a las amenazas del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París del 2015, que apunta a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo el viernes una funcionaria de la ONU.
"El Acuerdo de París sigue siendo un logro destacado, respaldado universalmente por todos los países cuando fue adoptado", dijo Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Bonn, en una carta al personal de la entidad.
Trump, que ha puesto en duda que los gases de los combustibles fósiles estén generando el calentamiento del planeta, empezó esta semana a deshacer algunas políticas de su antecesor, el ex presidente Barack Obama, para favorecer a la industria estadounidense del carbón.
El mandatario republicano decidiría en mayo si finalmente cumple la promesa de campaña de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, firmado en 2015 por casi 200 naciones. El tratado fija metas para reducir gradualmente las emisiones de gases de efecto invernadero en la segunda mitad del siglo.
Espinosa mencionó varias señales del "impulso mundial" contra el cambio climático, entre ellas que la "capacidad de (generar) energía solar creció 50 por ciento a nivel global en 2016, liderada por Estados Unidos y China", y que cada vez más gobiernos están aprobando leyes para limitar el calentamiento.
"Este ímpetu gubernamental sigue siendo respaldado por compañías, inversores, ciudades, regiones y territorios, e incluso ahora muchas importantes petroleras, cuyos presidentes ejecutivos en las últimas semanas dieron públicamente su apoyo al Acuerdo del París", agregó la mexicana.
Espinosa dijo que Washington aún era parte del tratado y que "esperamos recibir y trabajar con sus delegaciones" en los encuentros del 2017. Los gobiernos están tratando de escribir un libro que funcione de guía para la implementación del acuerdo.
Muchos países, liderados por China y la Unión Europea, han confirmado esta semana que respaldan el plan global, que pretende ser la piedra basal de los esfuerzos para limitar las olas de calor, inundaciones, extinciones de especies de animales y plantas y el aumento de los niveles del mar.