París, 20 jun (EFE).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) consideró "insuficientes" los esfuerzos llevados a cabo por los gobiernos para promover la transición energética de la energía fósil a las renovables.
En un informe sobre el crecimiento de la energía verde, el organismo con sede en París juzgó que los "progresos" constatados en este dominio han sido "insuficientes para preservar" los recursos naturales o para "aliviar" la presión en el tratamiento de agua o la regulación del clima.
Entre los principales desafíos, citó la puesta en marcha de "tasas explícitas" para las emisiones de gas de efecto invernadero, el establecimiento de un límite para las mismas y el uso de impuestos para cohibir el despilfarro de agua, basuras y transporte.
"Varios ejemplos ilustran que el progreso hacia el crecimiento de la energía verde es compatible con el mantenimiento de la prosperidad económica y puede promover el bienestar de las personas", alegó el documento.
De entre 46 países analizados, el club destacó a Luxemburgo, Islandia, Dinamarca, Noruega y Holanda como los que obtuvieron "los mejores resultados totales" en todas las vertientes relacionadas con la energía verde, en la que se incluye tecnología medioambiental, reducción en la emisión de dióxido de carbono e incentivos a la transición energética, entre otras.
"Varios países están en la vanguardia de la transición hacia la energía verde, pero ningún país lidera todas las vertientes. De hecho, los países a menudo mejoran en un aspecto de la energía verde mientras se atascan en otros", señaló el informe.
Entre las economías que no pertenecen a la OCDE, Colombia y Costa Rica son los países que están mejor en los indicadores de energía verde.
El organismo, que reúne a varias de las mayores economías mundiales, sitúan a Dinamarca, Estonia, Reino Unido, Italia y Eslovaquia como los países que más han progresado en el capítulo de la energía limpia desde el año 2000.
La OCDE saludó que "las principales economías se hayan vuelto más eficientes en el uso de los recursos naturales" y hayan optimizado el gasto energético y de materiales.
Sin embargo, avisó, "la presión medioambiental permanece elevada y, si incluimos las emisiones que acarrea el comercio internacional, la mejora en la productividad medioambiental es menos impresionante".
El organismo alertó del escaso desincentivo en las emisiones de carbono en los 35 países de la OCDE y en el bloque de los BRIICS (Brasil, Rusia, la India, Indonesia, China y Sudáfrica).
"La mayor parte de las emisiones no está tasada o está tasada a menos de 30 euros por cada tonelada de CO2. Estas políticas no proporcionan un estable y suficiente incentivo económico para que las empresas reduzcan sus costes para una futura migración" de la energía fósil a la verde, apuntó la OCDE.
El club acogió con preocupación la sobreexplotación de recursos naturales y puso como ejemplo lo sucedido en Rusia.
"Cerca del 23 % de su generación de crecimiento desde 1994 se ha debido a la extracción de recursos de subsuelo. Esta dependencia de los recursos naturales es preocupante", denunció. La OCDE