martes, 3 de junio de 2014

Se conmemoran 25 años de la masacre de Tiananmen

Hace 25 años, Wang Nan tomó su cámara y se dirigió a la Plaza de Tiananmen en Pekín, donde decenas de miles de personas se reunieron para pedir reformas democráticas. El joven de 19 años le dijo a un amigo que quería registrar la historia.

Antes de dejar su casa tarde el 3 de junio de 1989, preguntó a su madre: "¿Crees que los soldados disparen?". Ella le dijo que no lo creía. Tras horas más tarde, soldados abrieron fuego y murió.

A sus 77 años, Zhang Xianling se prepara para recordar el aniversario 25 de la muerte de su hijo, bajo una vigilancia de día completo de ocho policías y agentes de seguridad.

Zhang dice que la vigilancia de este año no tiene precedentes. Desde abril, policías prohibieron que periodistas extranjeros, incluyendo de Reuters, la visitaran en su hogar.

"Lo encuentro ridículo, soy una señora vieja", dijo Zhang a Reuters por teléfono. "¿Qué le puedo decir (a los periodistas)? No conozco secretos de Estado. De lo único que puedo hablar es de lo que tiene que ver con mi hijo. ¿De qué hay que tener miedo?"

La represión más dura del Partido Comunista Chino al disenso político de los años recientes sugiere mucho.

Las autoridades han desplegado cientos de policías, muchos armados con rifles, para que patrullen el área de la Plaza Tiananmen antes del gran aniversario del miércoles de la sangrienta represión a las protestas en favor de la democracia.

El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional dijo que al menos 66 personas han sido detenidas en relación con la conmemoración, e importantes sitios de internet están censurando las referencias al día en que cientos, y posiblemente miles de civiles desarmados, murieron.

Cada vez que Zhang quiere ir a algún lado debe hacerlo en un auto de policía y dos efectivos la acompañan mientras hace la compra.

Zhang dijo que en años anteriores usualmente era vigilada por entre tres y cinco policías, que aparecían fuera de su casa un mes antes del aniversario.

XI TOMA LA LINEA DURA

La medidas extraordinarias se explican porque ella es una de las fundadoras de un grupo de familias llamado las Madres de Tiananmen, que piden justicia para la víctimas de la masacre.

"Hay mucha empatía por ellas, dado que perdieron a sus hijos en 1989", dijo William Nee, investigador de Amnistía Internacional en China. "Tienen credibilidad y han atraído mucha conmiseración, porque continúan con su lucha por la justicia, especialmente considerando su edad".

Al ser consultado sobre las restricciones a las Madres de Tiananmen, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hong Lei, dijo que los derechos legales de los ciudadanos chinos están garantizados, pero que "deben respetar conscientemente las reglas y leyes del país".

Desde que Xi Jinping se convirtió en presidente en marzo del año pasado, su Gobierno ha tomado una línea dura frente al disenso, deteniendo y encarcelando activistas, reprimiendo a los críticos en internet y endureciendo las restricciones a periodistas, lo que activistas de derechos humanos consideran la peor supresión de la libertad de expresión en varios años.

Los censores han retirado las referencias a la fecha de la represión en Tiananmen de Weibo, la versión china de Twitter.

"El Gobierno está preocupado por lo que llaman el mantenimiento de la estabilidad", dijo Andrew Nathan, un profesor de ciencia política que se especializa en China en la Universidad de Columbia de Nueva York.

Nathan dice que a los líderes chinos les preocupa la llamada "primavera árabe" y la revolución en Ucrania, y quieren prevenir actos de rebelión abierta contra el Estado en China.

"Así que su idea de prevenir no es tapar los problemas que puedan surgir, sino tratar de evitar que alguien saque a la luz los asuntos problemáticos", destacó.